A propósito de un nuevo aniversario de la muerte de José de San Martín, reproducimos a continuación un texto del historiador y docente Manuel Mdalel:
I
El 17 de
agosto de 1850, moría en Boulogne-Sur-Mer (Francia) José de San Martín. Hombre
de acción y de ideas, San Martín fue una figura clave en las guerras de la
independencia en la América del Sur.
Había
nacido “en las entrañas de América”, en Yapeyú (Corrientes, que en ese entonces
formaba parte de la Gobernación de Misiones). Años después partió a España para
seguir la carrera militar y, cuando a la Península Ibérica llegaron las
primeras noticias de la revolución en el Río de la Plata, San Martín, que ya se
había conectado con otros patriotas hispanoamericanos, decidió volver para
participar en la lucha por una Nación libre y soberana, independiente del
Imperio español. Corría el año 1812.
A partir de
ese momento, y a lo largo de diez años en los que no faltaron mezquindades,
intrigas ni calumnias, los hechos para San Martín se sucedieron con vértigo.
De la
formación del Regimiento de Granaderos a Caballo al Ejército del Norte y, más
tarde, al de los Andes. Del combate de San Lorenzo a Chacabuco y Maipú. De
Buenos Aires a Cuyo, de Chile a Perú, recorrió tierras, atravesó combatiendo
los Andes y navegó los mares al frente de la Expedición Libertadora.
Luego
vendría la entrevista con Simón Bolívar en Guayaquil, la renuncia y la partida
a Europa.
II
Recordamos
hoy, entonces, a este hombre que, cuando tiempo después regresó a América,
antes de radicarse definitivamente en Francia, se negó a desembarcar en su
Patria (donde tenían lugar enfrentamientos internos) porque, dijo: “…no quiero
manchar mi espada con sangre de mis hermanos”.
Lo
recordamos junto a Simón Bolívar, a José Martí, a Augusto César Sandino, a la
hora de la construcción de una Patria justa y libre de toda dominación
extranjera.
Lo
recordamos, finalmente, a San Martín, en estos tiempos, en que otros imperios,
por otros medios, amenazan la soberanía de los países de Nuestra América.
Selección de máximas y pensamientos de San Martín:
La biblioteca es destinada a la ilustración universal, más poderosa que nuestros ejércitos para sostener la independencia.
La ilustración y fomento de las letras es la llave maestra que abre la puerta de la abundancia y hace felices a los pueblos.
Deseo que todos se ilustren en los sagrados derechos que forman la esencia de los hombres libres.
Antes sacrificaría mi existencia que echar una mancha sobre mi vida pública que se pudiera interpretar por ambición.
No se debe hacer promesa que no se pueda o no se deba cumplir
Es cierto que tenemos que sufrir escasez de dinero, paralización del comercio y agricultura, arrostrar trabajos y ser superiores a todo género de fatigas y privaciones; pero todo es menos que volver a uncir el yugo pesado e ignominioso de la esclavitud.
Todo buen ciudadano tiene una obligación de sacrificarse por la libertad de su país.
Al americano libre corresponde trasmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a la restauración de sus derechos.
En 1825, san martín redactó para su hija Mercedes:
Humanizar el carácter y
hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican.
Stern ha dicho a una
Mosca abriéndole la ventana para que saliese:
“Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado grande para nosotros dos.”
Revolución: El cruce de los Andes, película de 2010 de Leandro Ipiña:
https://www.youtube.com/watch?v=QV3RIHJ7po0
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